La gravísima situación económica que atraviesa el país invita a no pocos de nosotros a la desmoralización y la desesperanza, en línea con el carácter pendular que nos caracteriza por estos lares. Por este motivo, resulta imprescindible un análisis frio, con los datos desnudos, que nos indique exactamente dónde estamos y cuánto nos falta para recuperar el equilibrio perdido. En estos tiempos, la economía de los países depende de la capacidad que tengan para mantener el equilibrio de todas las variables macro y micro que describen la actividad económica. Este equilibrio es inestable y necesita ajustarse continuamente.
Por otra parte, tenemos que pensar en la aportación que podemos hacer cada uno de nosotros para mejorar la situación actual y concretamente, en nuestro caso, en la gran contribución que está realizando el sector agroalimentario para reequilibrar las cuentas económicas y financieras del Estado. Para analizar todo ello vamos a partir de las cifras macro que describen la economía real, cuya mejora es el camino más duro, pero también más realista y sostenible para mejorar nuestra situación económica.
> Empecemos por las cifras que nos facilita el Banco de España en relación a la Balanza de Pagos.
En el cuadro anterior tenemos una visión completa de la Balanza de Pagos en 2011 del conjunto del Estado, cuyo saldo por definición siempre es cero. Para ello, la Cuenta Financiera equilibra la Balanza de Pagos, mejorando o empeorando la posición financiera del país. En 2011, la posición financiera española ha empeorado en 35.760 millones €, lo que al final se ha traducido en un mayor endeudamiento del país con el exterior, principalmente público (teniendo en cuente además que el saldo de inversión extranjera directa se ha comportado de forma negativa). Este endeudamiento adicional, a unos tipos de interés más elevados implica un deterioro de la balanza por cuenta corriente (capítulo de rentas) generando un círculo vicioso.
Si como nos dicen nuestros socios comunitarios y las instituciones financieras internacionales, el cumplimiento de los objetivos de déficit público es esencial para ganar credibilidad y superar la crisis de financiación del Estado, resulta imprescindible avanzar en el reequilibrio de la balanza por cuenta corriente, para lo que necesitamos incrementar el cociente exportación/importación. Para ello, se pueden reducir las importaciones (algo que ya ha sucedido y está sucediendo), con los consiguientes problemas en relación a algunos productos de demanda rígida (energía, insumos tecnológicos, etc.) o bien continuar la senda de incremento de las exportaciones.
Es en este punto dónde el sector agroalimentario está realizando una gran contribución, con el 13% de las exportaciones totales de mercancías en 2011 y saldo comercial positivo. Este sector está aportando liquidez a la economía española cuando más se necesita y realizando una enorme contribución para superar la crisis económica. Resulta paradójico que paralelamente el sector productor agrario se encuentre sometido a una fuerte crisis de rentas (principalmente por el incremento desmesurado de los costes de producción) y sin instrumentos para mejorar su posición en la cadena de valor agroalimentaria, a la vez que se ve sumergido en un mercado globalizado de productos agrarios sin instrumentos de estabilización. Es necesario cuidar a los agricultores y ganaderos, sin ellos, todo lo anterior no sería posible.
La gravísima situación económica que atraviesa el país invita a no pocos de nosotros a la desmoralización y la desesperanza, en línea con el carácter pendular que nos caracteriza por estos lares. Por este motivo, resulta imprescindible un análisis frio, con los datos desnudos, que nos indique exactamente dónde estamos y cuánto nos falta para recuperar el equilibrio perdido. En estos tiempos, la economía de los países depende de la capacidad que tengan para mantener el equilibrio de todas las variables macro y micro que describen la actividad económica. Este equilibrio es inestable y necesita ajustarse continuamente.
Por otra parte, tenemos que pensar en la aportación que podemos hacer cada uno de nosotros para mejorar la situación actual y concretamente, en nuestro caso, en la gran contribución que está realizando el sector agroalimentario para reequilibrar las cuentas económicas y financieras del Estado.
Para analizar todo ello vamos a partir de las cifras macro que describen la economía real, cuya mejora es el camino más duro, pero también más realista y sostenible para mejorar nuestra situación económica.
> Empecemos por las cifras que nos facilita el Banco de España en relación a la Balanza de Pagos.
En el cuadro anterior tenemos una visión completa de la Balanza de Pagos en 2011 del conjunto del Estado, cuyo saldo por definición siempre es cero. Para ello, la Cuenta Financiera equilibra la Balanza de Pagos, mejorando o empeorando la posición financiera del país. En 2011, la posición financiera española ha empeorado en 35.760 millones €, lo que al final se ha traducido en un mayor endeudamiento del país con el exterior, principalmente público (teniendo en cuente además que el saldo de inversión extranjera directa se ha comportado de forma negativa). Este endeudamiento adicional, a unos tipos de interés más elevados implica un deterioro de la balanza por cuenta corriente (capítulo de rentas) generando un círculo vicioso.
Si como nos dicen nuestros socios comunitarios y las instituciones financieras internacionales, el cumplimiento de los objetivos de déficit público es esencial para ganar credibilidad y superar la crisis de financiación del Estado, resulta imprescindible avanzar en el reequilibrio de la balanza por cuenta corriente, para lo que necesitamos incrementar el cociente exportación/importación. Para ello, se pueden reducir las importaciones (algo que ya ha sucedido y está sucediendo), con los consiguientes problemas en relación a algunos productos de demanda rígida (energía, insumos tecnológicos, etc.) o bien continuar la senda de incremento de las exportaciones.
Es en este punto dónde el sector agroalimentario está realizando una gran contribución, con el 13% de las exportaciones totales de mercancías en 2011 y saldo comercial positivo. Este sector está aportando liquidez a la economía española cuando más se necesita y realizando una enorme contribución para superar la crisis económica. Resulta paradójico que paralelamente el sector productor agrario se encuentre sometido a una fuerte crisis de rentas (principalmente por el incremento desmesurado de los costes de producción) y sin instrumentos para mejorar su posición en la cadena de valor agroalimentaria, a la vez que se ve sumergido en un mercado globalizado de productos agrarios sin instrumentos de estabilización. Es necesario cuidar a los agricultores y ganaderos, sin ellos, todo lo anterior no sería posible.